La infraestructura de este local tiene al menos cien años de antigüedad. Sus piezas fueron traídas en barco desde Francia por el primer dueño del local, que emplazó este hotel en la antigua Toltén. Cuando sobrevino el maremoto de 1960 y se cambió el emplazamiento de la comuna a la actual Nueva Toltén, las casas que habían sobrevivido al agua fueron trasladadas al nuevo emplazamiento. El Hotel Bar Toltén fue una de ellas. En el segundo piso están las piezas y en el primero, el bar y el restaurante, cuya especialidad es el pescado frito que proveen las caletas de los alrededores (La Barra, Queule) y los platos de cazuela. Recientemente a cargo del local, don César Gallegos Curín decidió darle un giro al lugar y abrir sus puertas preferentemente al público mapuche y rural que llega de los alrededores a Nueva Toltén por diligencias o de paso. Antes, dice, les tenían prohibida la entrada. Es por ellos que los platos de cazuela son grandes y abundantes. Como dice don César, las porciones buscan emular la generosidad de los platos que se sirven en los gillatun para atraer y mantener contento a su público.